viernes, 20 de diciembre de 2013

Tu canto de sirena resonando en mi cabeza.


Sonó tal voz en la aurora
cálida, áspera y trémula,
del canto sirenio émula;
que en estos labios aflora
nuestro nombre en verso ahora.
Y retorné, al abismo
de tu mundo, al hedonismo
de tu lengua por mi espalda
y noches en la Giralda;
miradas de surrealismo.

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